viernes, 18 de marzo de 2016

Meditación de la semana .


Concéntrate en el fuego
En la vida no hay nada seguro excepto la muerte. 
En segundo lugar, la muerte no se va a producir finalmente; ya se está produciendo. Es un proceso. Tal como la vida es un proceso, la muerte es un proceso. Creamos el ahora, pero la vida y la muerte son simplemente tus dos pies, tus dos piernas. La vida y la muerte son ambas un proceso. Tú estás muriendo a cada momento. 
Déjame ponértelo de esta manera: cada vez que inhalas eso es vida, y cada vez que exhalas, eso es muerte. 
Durante quince minutos, exhala profundamente. Siéntate en una silla o en el suelo, exhala profundamente y, al exhalar cierra los ojos. Cuando el aire salga, tú entras. Y, luego, deja que el cuerpo inhale, y cuando el aire penetre, abre los ojos y sal. Es justamente lo contrario: cuando el aire sale, tú entras; cuando el aire entra, tú sales. 
Cuando exhalas, se crea espacio interiormente, porque la repiración es vida. Cuando exhalas profundamente estás vacío, la vida ha salido. En cierta forma estás muerto, por un momento estás muerto. En ese silencio de la muerte ve hacia adentro. El aire se mueve hacia fuera: cierra los ojos y ve hacia adentro. El espacio está allí y tú puedes ir fácilmente. En el término de quince minutos te sentirás tan profundamente relajado que estarás listo para practicar la técnica.

OSHO.

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