viernes, 30 de noviembre de 2012

LOS BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN



Según el Dalai Lama:

dalai lama


Si algún Budista o algún monje hubiera hablado de los efectos positivos de la meditación en la depresión posiblemente no hubiera llegado a ningún encabezado de periódico, ni hubiera sido reportado en los medios. Sin embargo que lo digan expertos psiquiatras y psicólogos de la Escuela de Medicina Emory en Atlanta (EE.UU.) después de su reunión llevada a cabo con el Dalai Lama ha hecho que los medios reporten extensivamente el encuentro.
El Dalai Lama y algunos de los principales doctores estadounidenses en depresión se dieron cita el sábado pasado de Octubre en esta prestigiada escuela para conversar sobre cómo algunas prácticas budistas pueden tener un efecto positivo sobre quienes padecen esa enfermedad.


Los métodos de contemplación y meditación budistas pueden ser importantes en el tratamiento de personas con depresión, indicaron los investigadores. Cada caso depresivo es único: Con frecuencia las terapias no tradicionales como es la meditación son útiles, si se usan en conjunto con otros tratamientos, acentuaron.
En el budismo se reconocen dos grupos principales de meditación. Aquellas que llevan a calma y concentración Samatha y estas que lleva a vision clara y percatamiento Vipassana. Practicas como el desarrollo de Amor Incondicional (Metta bahavana como es su nonbre en Pali) progresivamente calman la mente y despiertan las emociones de empatia y sensibilidad de forma natural. Por el otro lado la capacidad de contemplar, que viene con el entrenamiento del otro grupo de meditaciones, también puede ayudar dado que le aportan al paciente la sensibilidad para ver cómo se generan patrones depresivos y así ayudarlos a romper estos hábitos y costumbres negativas. El doctor Charles Nemeroff, director del departamento de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Escuela de Medicina Emory. dijo:
"Con otras enfermedades psiquiátricas podemos medir las cosas y pronosticar qué tipo de tratamiento deberíamos usar Pero en el estado de depresión severa, podría ser terapia de comportamiento cognoscitivo, medicina o tal ves el prestar más atención a las cosas".
El Dalai Lama, exiliado líder espiritual tibetano, alabó un estudio que realizan el doctor Chuck Raison y el monje budista Geshe Lobsang Negi, los cuales trabajan juntos como investigadores de la Universidad Emory, sobre cómo la meditación sobre compasión afecta positivamente la salud mental de los estudiantes. Dijo que los resultados del estudio tendrán amplias aplicaciones para prevenir la depresión.
Parece que muchas escuelas de la psicología modernas están tomando más y más en cuenta aspectos como la concentración y la compasión, empatia y sensibilidad como indicativos para medir mejoría significativa en pacientes, algo que los budistas han cultivado siempre al meditar.La conferencia de la que se hace referencia fue de un día y es parte de un fin de semana de eventos en Emory con el Dalai Lama.
La facultad de Emory planea enseñar ese currículum a partir de enero a miles de monjes tibetanos que viven en la India, parte de un programa solicitado por el Dalai Lama para mejorar la educación monástica.
El líder religioso tibetano recibió un currículum de ciencia preparado por la facultad de Emory y traducido al tibetano.
Sin embargo, cabe decir, que seria una lastima que, en el entusiasmo de estos encuentros interdisciplinarios, el budismo tradicional permitiera que las enseñanzas budistas de la mente y su propia psicología fueran presa del positivismo científico y de un cierto neuro reduccionismo general que aqueja a algunos campos de estudio y practicas de las universidades occidentales, dado que éstas, lamentablemente, no permiten el estudio de eventos no empíricos en su relación con el tema. El Budismo es sobre todo una enseñanza espiritual y mantiene que existen estados de consciencia y dimisiones de experiencia los cuales no son detectables a ningún tipo de medición ni pueden estudiarse de forma independiente del individuo que los experimenta. Entre estos están el percatamiento (samadhi) sabiduría (prajna) y por supuesto la Iluminación (boddhi) que es la meta de la mente en el budismo.

sábado, 17 de noviembre de 2012

QUIEN FUE BUDA (HISTORICO) CONOCE MAS....






Nacimiento

Siddharta nació en el seno de una familia noble del clan de los shakia. Su lugar de nacimiento fue en Lumbiní, el reino de Kapilavatthu, una aldea del Terai (en el actual Nepal) que está a los pies de los montes Himalayas. 
Según la tradición oral, Śuddhodana, el padre de Siddhartha, era el rey que gobernaba el clan de los shakia. Por este motivo Buda también es conocido como Shakia Muni (śākya-muni, el ‘sabio de los shakia’).2 
Su madre Maia Deví era una de las esposas del rey. Siddhartha fue el nombre escogido para el recién nacido, que significa ‘la meta perfecta’ o ‘la meta de los perfectos’. La reina Maia, madre de Siddhartha, murió justo al nacer su hijo, que fue educado por su tía Payapati 
Según la tradición oral, poco después de su nacimiento fue visitado por el brahmán Asita, un asceta de gran reputación por su sabiduría y por sus dotes para interpretar presagios. El sabio brahmán profetizó que Siddhartha llegaría a ser un gran gobernante o un gran maestro religioso, lo que consternó a Śuddhodana, que quería que su hijo siguiera sus mismos pasos y que un día le sucediera en el trono. Por ello su padre lo protegió de la dureza de la vida, fuera de palacio, para evitar que el hijo desarrollara su tendencia hacia lo espiritual. Pensó que el mejor modo de evitarle la tendencia a la religiosidad consistía en impedirle toda experiencia con el lado amargo de la vida, de modo que creó en torno de él una vida llena de placeres y con el menor contacto posible con el sufrimiento de la realidad. 
Dice la leyenda que Maia fue fecundada por un pequeño y bello elefante provisto de seis colmillos que hirió delicadamente su regazo sin causarle dolor. Al nacer, el pequeño Siddhartha habría aparecido ante su madre sobre un loto mientras una suave lluvia de pétalos caía sobre ambos, y dijo: «Triunfaré sobre el nacimiento y la muerte y venceré a todos los demonios que hostigan al humano». 
Según otra versión, Maia soñó una noche que un pequeño elefante con seis cuernos y cabeza de color rojo rubí bajaba del cielo y entraba en su vientre por el lado derecho. Ocho sacerdotes le explicaron a su esposo que el niño sería santo y alcanzaría la sabiduría perfecta. Más tarde ella salió al jardín con sus sirvientas y caminó bajo un árbol sala, el cual se inclinó. La reina se colgó de una rama y miró a los cielos. En ese momento Siddhartha surgió de su lado. 
Dice también la leyenda, que cuando Gautamá nació recobraron la vista los ciegos, los sordomudos hablaron y una música celestial llenó el mundo.

Infancia y juventud
Los primeros 29 años de la vida del príncipe Siddhartha Gautamá Buddha transcurrieron completamente ajenos a toda actividad espiritual, siempre vivió con su familia. Los detalles de la infancia y juventud de Siddhartha narran una vida rodeada de enorme lujo y comodidad. Recibió la mejor educación y formación posibles en su tiempo. 
Siddhartha comenzó a sentir curiosidad por conocer cómo eran las cosas en el mundo exterior y pidió permiso a su padre para satisfacer su deseo. Śuddhodana accedió, pero preparó la salida de su hijo ordenando que despejaran las calles de toda visión que pudiera herir la sobreprotegida conciencia del príncipe. No obstante, sus cuidadosos arreglos fracasaron pues Siddhartha, aclamado por la multitud a su paso por las calles, no pudo dejar de percibir el dolor bajo sus formas más agudas, por primera vez se percató de la vejez, enfermedad y muerte.



Búsqueda espiritual
Siddhartha Gautamá representa a la perfección el concepto de «búsqueda espiritual» según las antiguas creencias, sobre todo de naturaleza oriental. Es decir, el incansable esfuerzo interno o la catarsis que conduce a la unión liberadora con la divinidad o nirvana y por la que todos los seres humanos tarde o temprano se verán obligados a realizar (autorrealización) para alcanzar algún día la iluminación, después, eso sí, de experimentar las necesarias y aleccionadoras reencarnaciones. Asimismo, la figura de Siddharta convertido finalmente en el Iluminado (o Buda) viene a expresar la idea mística de que el camino hacia la propia luz y por consiguiente la obtención de la paz interior implica enorme sacrificio y suele comenzar con una provocadora e inquietante duda. 
Abandono del hogar 
La historia de Barlaam y Josafat nos cuenta que el descubrimiento de la vejez, la enfermedad y la muerte fue traumático para Siddhartha. Se dio cuenta de que también él estaba sujeto al mismo sufrimiento y su ánimo se tornó sombrío, pues se preguntaba cómo alguien podía vivir en paz y felicidad si esto era lo que le deparaba la vida. En una nueva salida al exterior, el príncipe vio a un anacoreta, un monje mendicante, del cual se sintió impresionado por su carácter apacible. Decidió adoptar, también él, la vida de los monjes que vivían en extremo ascetismo, pasando antes unos años como mendigo. 
Siddhartha vivió como un príncipe hasta los 29 años; luego abandonó su hogar, dejando atrás a su esposa y a su hijo. Partió con la cabeza rapada y ataviado con un vestido amarillo de itinerante, sin dinero ni bienes de ninguna clase, en busca de la iluminación. Más tarde descubrió que todo extremo es malo. 
Maestros 
En su camino, Siddharta aprendió de la mano de cuatro diferentes maestros. Con ellos aprendió diferentes técnicas de meditación y logró altos estados de conciencia. En esencia, las distintas ideas que examinó Siddharta intentaban redefinir la unión del individuo (Atman) con un absoluto (Brahman) para así lograr la liberación. Pero a pesar de sus grandes logros con estas prácticas, no encontró en ellas satisfacción para sus preguntas. Entonces, en un intento por doblegar totalmente al mundo sensorial, Siddharta probó a someterse a austeridades tan extremas que casi ocasionaron su muerte, pero aun así tampoco encontró solución a su problema. Por esto decidió investigarlo de una manera nueva y diferente. 
Aprendió dos cosas de suma importancia: primero, que el ascetismo extremo no conducía a la liberación total, sino que era preciso algo más; y segundo, que, alcanzado cierto punto, ningún maestro era capaz de enseñar nada más. Siddhartha partió decidido a no seguir buscando fuentes externas de sabiduría, sino a encontrarlas dentro de sí mismo. 
Una versión mítica de esta etapa de su vida nos dice que Siddhartha, en sus extremas prácticas de ascetismo, después de algunos días sin comer ni beber agua, pocos minutos antes de su muerte, escuchó a un maestro que estaba enseñándole a una niña a tocar la cítara. Dicho maestro le dijo que si la cuerda estaba muy floja no sonaría, pero si la cuerda de la cítara se encontraba muy tensa se rompería: la cuerda debía estar en su justa tensión para que pudiera dar música y armonía. En ese momento Siddharta comprendió el camino del medio: tanto el ascetismo extremo como la vida de placeres del palacio eran dos extremos, y la verdad se hallaría en la justa medida entre el placer exacerbado y el ascetismo extremo.



Nirvana (espiritualidad) 

Busto de Siddhartha Gautamá de Gandhara, siglos I-II. Musee Guimet, París. 
Al final de su periplo Siddhartha caminó en un lugar llamado Bodhgaya, en el estado indio Bihar, hasta sentarse bajo la sombra de un árbol llamado bo o bodhi (ficus religiosa), considerado el árbol de la sabiduría. 
Una noche de luna llena decidió no levantarse hasta que hallara la respuesta al sufrimiento. La culminación de sus meditaciones llegó cuando tomó conciencia de que ya se había liberado definitivamente. Comprendió las Cuatro Nobles Verdades. Ya no pesaba sobre él la ilusión del falso yo: su verdadero ser estaba más allá de las dualidades del aferramiento y la repulsión; había trascendido el espacio y el tiempo, la vida y la muerte. Comprendió que nunca más volvería a renacer, que había roto el eterno girar de la rueda del samsara. Esto es el nirvana. 
Contando para entonces 35 años, según la leyenda, Siddhartha despertó de sus meditaciones como un Buda (‘despierto’, ‘iluminado’) y siguió sentado bajo el árbol bodhi durante cierto tiempo, disfrutando de la dicha de la renunciación, de la liberación. Después empezó a enseñar sobre el nirvana a quien le oyera; fundando lo que se conoce en Oriente como Buddha-Dharma (la enseñanza del buda); en occidente se conoce más comúnmente como el budismo. 

Paranirvana(muerte) 

Siddhartha Gautamá murió a los 80 años de edad. La causa fue una intoxicación alimenticia que le produjo vómitos, hemorragias y grandes dolores que, según los testimonios, soportó con gran entereza. Finalmente, se recostó en un bosque de mangos en Kushi-Nagara, a unos 175 kilómetros al noroeste de Patna. Allí, rodeado de sus discípulos, alcanzó la paz eterna de la extinción completa, el para nirvana. Este es un estado al que solo acceden después de morir los que han alcanzado el nirvana durante su vida. Antes de expirar dijo el Nirvana-sutra, donde resume toda su enseñanza y aclara los puntos que él vio que no estaban bien comprendidos. 
Tras su muerte