miércoles, 30 de septiembre de 2015

La Importante y dura relación de ser Padres by Osho.

Si los padres están despiertos, si son más comprensivos, ayudarán a sus hijos a que sean lo más libres posible, lo antes posible.
"Todos los padres tienen expectativas y, a través de ellas, des­truyen a sus hijos. Tienes que liberarte de tus padres, del mismo modo que llega un día en el que el niño tiene que salir del vientre de la madre; de lo contrario, el vientre sería su Muer­te... Si los padres están des­piertos, si son más comprensivos, ayudarán a sus hijos a que sean lo más libres posible, lo antes posible. No les condicionarán para que sean útiles; les ayudarán a ser amorosos.



Hay un mundo totalmente nuevo que está esperando a na­cer, en el que la gente estará trabajando... El carpintero trabaja­rá porque ama la madera. El profesor estará enseñando en la es­cuela porque le gusta enseñar. El zapatero seguirá haciendo zapatos porque le gusta hacer zapatos. Actualmente está suce­diendo algo muy confuso. El zapatero hace de cirujano; el ciru­jano hace de zapatero. Ambos están enfadados. El carpintero hace de político; el político hace de carpintero. Ambos están enfadados. Toda la vida parece estar profundamente enfadada. Fí­jate en la gente, todos parecen estar enfadados. Todo el mundo parece estar donde no le corresponde. Todos parecen unos in­adaptados. Todo el mundo parece estar insatisfecho a causa del concepto de utilidad; no hace más que obsesionarles...
Los padres siempre tienen alguna expectativa, y esa expecta­tiva se vuelve venenosa. Dejadme que os diga algo: amad a vues­tros hijos pero nunca pongáis vuestras expectativas en ellos. Amad a vuestros hijos todo lo que podáis, y dadles la sensación de que los queréis por lo que son, y no por lo útiles que puedan ser. Amadles enormemente y dadles la sensación de que los acep­táis como son. Ellos no tienen que satisfacer ninguna exigencia. El amor que les dais no tiene que ser diferente según hagan esto o aquello. El amor es incondicional. Y entonces se podrá crear un mundo totalmente distinto. Las personas se dedicarán na­turalmente a las cosas que les gustan. Las personas se moverán naturalmente en la dirección que instintivamente sienten que fluyen.
A menos que estés satisfecho, a menos que hayas encontra­do algo que no sea sólo una profesión sino algo parecido a una vocación, una llamada, nunca podrás sentirte feliz con tus pa­dres, porque son la causa de que estés en este mundo miserable. No podrás sentirte agradecido, no tendrás ningún motivo para ello. Cuando estés satisfecho, te sentirás enormemente agrade­cido. Y tu satisfacción sólo será posible siempre que no te con­viertas en un objeto. Tu destino es convertirte en una persona. Tu destino es convertirte en un valor intrínseco. Tu destino es ser un fin en ti mismo".
Osho, El libro del hombre.

Es saludable llorar, reír. by Osho





Es saludable llorar, reír.
"Toda sociedad ha hecho tanto daño, al impedirte tus alegrías y tus lágrimas. Si un hombre de edad comienza a llorar, tú dirás: "¿Qué estás haciendo? Deberías de avergonzarte; no eres un niño, que alguien te quitó un plátano y te has puesto a llorar. Toma otro plátano, pero no llores".
Simplemente mira --ponte de pie en la calle y empieza a llorar, y una muchedumbre se congregará a consolarte: "¡No llores!. Lo que haya sucedido, olvídalo todo, ya sucedió". Nadie sabe lo que ha sucedido, nadie te puede ayudar, pero todo el mundo tratará. "¡No llores!". Y la razón es que si tú continúas llorando, entonces ellos comenzarán a llorar, porque ellos también están inundados de lágrimas. Esas lágrimas están muy cerca a los ojos.
Y es saludable llorar, reír. Ahora los científicos están descubriendo que el llanto y la risa son inmensamente saludables, no sólo físicamente, sino también psicológicamente. Son muy capaces de mantenerte sano. Toda la humanidad está un poco loca, por la sencilla razón que nadie se ríe completamente, porque en todas partes hay gente que dirá: "¿Qué estás haciendo? ¿Eres un niño? ¿A esta edad? ¿Qué pensarán tus niños? ¡Quédate tranquilo!".
Si lloras y derramas lágrimas sin ninguna razón, sólo como un ejercicio, como una meditación... nadie lo creerá. Las lágrimas nunca han sido aceptadas como meditación. Y te digo, no sólo son una meditación, son también una medicina. Tendrás mejor visión, y tendrás también mejor visión interna...
Todo lo que este mundo necesita es una buena limpieza del corazón, de todas las inhibiciones del pasado. Y la risa y las lágrimas pueden hacer ambas. Las lágrimas te sacarán toda la agonía que está escondida dentro de ti, y la risa te sacará todo lo que impide tu éxtasis. Una vez que hayas aprendido el arte, te asombrarás inmensamente: ¿por qué esto no ha sido dicho hasta ahora? Hay una razón: nadie ha querido que la humanidad tenga la frescura de una rosa, ni su fragancia, ni su belleza".
Osho, Meditación. La primera y última libertad.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Las Ultimas Palabras de Buda.







Mientras que estaba acostado entre los árboles del bosque de Sala en Kusinagara, el Budha se dirigió por última vez a sus discípulos, insistiendo otra vez sobre la importancia del Dharma. Quería que el Dharma fuera el maestro de sus discípulos y no una persona.
Les dijo:
Sed vosotros mismos vuestra lámpara, sed vosotros mismos vuestro recurso, no dependáis de nadie. Que mi enseñanza sea vuestra lámpara, que sea vuestro recurso, no dependáis de otra enseñanza.

Mirad vuestro cuerpo y observad hasta que punto es impuro. Sabiendo que el placer y el dolor del cuerpo son igualmente causa de sufrimiento, ¿cómo podéis haceros ilusiones sobre ella y alimentar el orgullo y el egoísmo si sabéis que estos sentimientos os conducirán inevitablemente al sufrimiento? Observad todas las cosas, ¿podéis encontrar en ellas algo que sea duradero? ¿son algo más que conglomerados que, antes o después, se romperán y quedarán dispersos? No tengáis miedo al constatar la universalidad del sufrimiento, seguid mi enseñanza, incluso tras mi muerte. Así os libraréis de la pena. Si hacéis esto seréis de verdad mis discípulos.

Discípulos, no tenéis que olvidar nunca las enseñanzas que os he dado ni dejar que se pierdan. Tienen que conservarse siempre, ser estudiadas, practicadas. Si seguís mis enseñanzas, siempre seréis felices.
Lo importante en mi enseñanza es que controléis vuestra mente. Abandonad la avidez y mantened vuestro cuerpo erguido, vuestro espíritu puro y vuestras palabras sinceras. Si os acordáis continuamente del carácter pasajero de vuestra vida, seréis capaces de poner fin a la avidez y a la cólera, y evitar el mal.

Si os dais cuenta de que a vuestra mente le tienta o enreda la avidez, habéis de suprimir la avidez y controlar la tentación. Sed dueños de vuestra mente.

La mente hace de un hombre un Budha o un animal. Equivocado por el error, se convierte en un demonio, despierto, se convierte en un Budha. Por consiguiente, controlad vuestra mente y no la dejéis separarse del Noble Camino.

De acuerdo a mi enseñanza, respetaros los unos a los otros y evitad las disputas. No hagáis como el agua y el aceite que se rechazan mutuamente; haced como el agua y la leche que pueden mezclarse perfectamente.
Estudiad juntos, enseñad juntos, practicad juntos. No malgastéis la mente ni el tiempo en inactividad ni en querellas. Gozad de las flores del despertar en su estación y recoged el fruto del Camino Recto.

Tuve la idea de las enseñanzas que os he dado siguiendo yo el mismo camino. Tenéis que seguir estas enseñanzas y plegaros a ellas en toda circunstancia. Si las descuidáis es que no  me habéis encontrado de verdad, es que en realidad estáis lejos de mí, aceptáis y practicáis mis enseñanzas, aunque estuvierais en la otra punta del mundo, estáis totalmente junto a mí.

Discípulos, se acerca mi fin, nuestra separación no puede tardar. Sin embargo, no os lamentéis. La vida es un continuo cambio y nada escapa a la disolución del cuerpo. Os lo voy a mostrar ahora con mi propia muerte, con mi cuerpo que se deshace como una carreta en ruinas. No os lamentéis en vano, más bien maravillaos por esta ley del devenir y daos cuenta de hasta que punto está vacía la vida humana. No alimenteis el deseo absurdo de querer que permanezca lo que es transitorio.

El demonio de los deseos mundanos siempre busca el modo de engañar a la mente. Si una víbora vive en vuestra habitación, sólo podréis dormir tranquilos después de haberla echado. Tenéis que romper los lazos de los deseos mundanos y echarlos como haríais con una víbora. Tenéis que proteger en serio vuestro espíritu.

Discípulos , ha llegado mi último momento, pero no olvidéis que la muerte es sólo la disolución del cuerpo físico. El cuerpo ha nacido de los padres, ha crecido gracias al alimento, para él son inevitables la enfermedad y la muerte.

El verdadero Budha no es un cuerpo humano. Es el despertar. Un cuerpo humano ha de desaparecer, pero la sabiduría del despertar permanece eternamente en la verdad del Dharma. El que sólo ve mi cuerpo no me ve de verdad. Sólo el que acepta mi enseñanza me ve de verdad.

Después de mi muerte el Dharma será vuestro maestro. Seguid el Dharma y así seréis fieles a mí. Durante  los cuarenta y cinco últimos años de mi vida no he mantenido en secreto nada de mi enseñanza. No hay enseñanza secreta, ni sentido secreto.

Todo ha sido enseñado abiertamente y claramente.

Mis querido discípulos, ahora es el fin. En un instante alcanzaré el nirvana. Estas son mis últimas instrucciones.

Extracto de "La enseñanza de Budha",
 BUKKYO DENDO KYOKAI, 
TOKIO.

EL AMOR, TU PROPIO ESPACIO





Tú tienes tu espacio, tu amante tiene su espacio. Y ahora hay que ser respetuoso y no interferir de ninguna forma en el espacio del otro.
Pregunta: "En mi relación a menudo me pierdo a mí misma y em­piezo a sentirme cerrada. ¿Qué puedo hacer?"
Osho. "Este es uno de los problemas fundamentales del amor. Todos los que aman tienen que aprenderlo; nadie nace sabiéndolo. Llega muy, muy despacio y a través de mucho dolor, pero cuanto antes llegue, mejor, que toda persona necesita su propio espacio, que no deberíamos interferir en ese espacio. Interferir es muy natural para los amantes, porque empiezan a tomar al otro por supuesto. Em­piezan a pensar que ya no están separados. No piensan en términos de "yo" y "tú"; empiezan a pensar en términos de "nosotros". También sois eso, pero sólo de vez en cuando.
«Nosotros» es un fenómeno poco frecuente. Alguna vez, du­rante algunos momentos, los amantes llegan al punto en que esa palabra tiene sentido, en que pueden decir "nosotros", en que "yo" y "tú" desaparecen el uno en el otro, en que los límites se super­ponen. Pero estos son momentos excepcionales; no deberían to­marse por supuestos. No podéis permanecer "nosotros" las veinti­cuatro horas del día, pero es eso lo que exige todo amante, y eso crea sufrimiento innecesario.
Cuando os acercáis de vez en cuando, os hacéis uno, pero esos son momentos excepcionales, preciosos, que deben ser celebrados, y no podéis hacer que sean una cosa continua. Si lo intentáis, los destruiréis; entonces se perderá toda la belleza. Cuando ese mo­mento se ha ido, se ha ido; de nuevo sois "yo" y "tú".
Tú tienes tu espacio, tu amante tiene su espacio. Y ahora hay que ser respetuoso y no interferir de ninguna forma en el espacio del otro; no hay que invadirlo. Si lo invades, hieres al otro; empie­zas a destruir la individualidad del otro. Y como el otro te ama, seguira tolerándolo. Pero tolerar es una cosa; no es algo muy bello. Si el otro está sólo tolerándolo, entonces tarde o temprano se ven­gará. El otro no puede perdonarte, y sigue cargándose, un día, y otro, y otro... Has interferido con mil y una cosas, y todas se acu­mulan, y luego un día explotan.
Por eso los amantes se pelean tanto. Esa pelea se debe a esta constante interferencia. Y cuando interfieres en su ser, él trata de interferir en el tuyo, y nadie se siente bien así.
Por ejemplo, él se siente feliz y tú te sientes abandonada por­que tú no te sientes feliz. Sientes como si te hubiera engañado. "¿Por qué está tan feliz?". Los dos deberíais sentiros felices, esa es tu idea. Eso sucede de vez en cuando. Pero a veces sucede que él está feliz y tú no estás feliz, o tú estás feliz y él no. Tenemos que comprenderlo, que uno tiene todo el derecho a sentirse feliz sin el otro... incluso si duele. Te gustaría participar, pero no estás así. Si insistes, todo lo que puedes hacer es: puedes matar su felicidad... y los dos perdéis de esa forma, porque si matas su felicidad, cuando tú sola estés feliz él matará tu felicidad. Poco a poco, en vez de
ha­cernos amigos, nos volvemos enemigos...
El requisito básico es que hay que dar al otro libertad absoluta para que sea él mismo.
Si está feliz, alégrate, está feliz. Si puedes estar feliz y partici­par en su felicidad, bien. Si no puedes, déjalo solo. Si está triste, si puedes participar en su tristeza, bien. Si no puedes participar y te apetece cantar y te sientes feliz, déjalo solo. No lo arrastres con lo que tú quieres; déjalo a su aire. Así, poco a poco, surge un gran res­peto mutuo. Este respeto se vuelve el cimiento del templo del amor". 
Osho, El Libro de la Mujer.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Alcanza tu sueño de Mahatma Gandhi

Alcanza tu sueño 

Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.
Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.
Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo,vendrá a tus manos en el momento oportuno.

Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.
Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.
No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos.
¡Lo que pasó, pasó!

De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia
delante, sin mirar hacia atrás.
Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.

No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.
No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.

Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.
Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.
No sufras por lo que viene, recuerda que “cada día tiene su propio afán”.

Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda,
te apoye y te acompañe en ella.
Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.

Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.
Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.

Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.
La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.
Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.

Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.
No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.
Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.
Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.
No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella.

El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.
Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

Que este día sea el mejor de tu vida
Siempre es hoy, el eterno presente

de Mahatma Gandhi