miércoles, 30 de abril de 2014

Angulimala el asesino y su conversacion con el Buda


Aunque el mar del sufrimiento sea inmenso, si te giras,
verás la orilla (Buda)
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“Los seres humanos no sienten amor por los demás. ¿Por qué debería yo amarles?
Los seres humanos son crueles y falaces y no descansaré hasta que los mate a todos”.


El Buda habló dulcemente: “Angulimala, sé que has sufrido lo indecible a manos de otros seres humanos. A veces los humanos pueden ser extremadamente crueles.
Tal crueldad es el resultado de la ignorancia, del odio, del deseo y de los celos. Sin embargo, los humanos también pueden ser comprensivos y tener compasión. 

¿Te has encontrado alguna vez con un monje? Los monjes se comprometen a proteger las vidas de todos los seres. Toman el voto de superar el deseo, el odio y la ignorancia.
Y no sólo los monjes, hay muchas personas que basan sus vidas en la comprensión y el amor. Angulimala, es posible que haya gente cruel en este mundo, pero hay también mucha gente bondadosa. No seas ciego. Mi camino puede transformar la crueldad en bondad. Estás en el camino del odio. Deberías parar. Escoge
el camino del perdón, la comprensión y el amor”.

Las palabras del Buda conmovieron a Angulimala. Su mente estaba aún sumida en la confusión. De pronto, sintió como si le hubieran abierto una herida y echado sal en ella. Veía que el Buda hablaba desde el amor. 
 No había en Él odio ni aversión.
Miraba a Angulimala como si le considerara una buena persona, digna de respeto.
¿Podría ser este monje el mismísimo Gautama, al que la gente llamaba “el Buda” y al que tanto ensalzaban?
Angulimala preguntó entonces, “¿eres el monje Gautama?”.
El Buda asintió.

“Es una pena que no te haya conocido antes –dijo Angulimala–. He ido demasiado lejos en mi camino de destrucción. Ya no es posible retroceder”.
“No Angulimala, nunca es demasiado tarde para hacer una buena acción”.
“¿Qué buena acción podría hacer?”.
“La de dejar de andar por el camino del odio y la violencia. Ese sería el acto más grande de todos. Angulimala, aunque el mar del sufrimiento sea inmenso, si te giras, verás la orilla”.
“Gautama, aunque quisiera, ya no podría volver atrás. Nadie me dejaría vivir en paz después de todo lo que he hecho”.

El Buda cogió la mano de Angulimala y dijo: “Angulimala, te protegeré si prometes abandonar tu mente de odio y te dedicas al estudio y la práctica del Camino.
Toma el voto de empezar de nuevo y sirve a los demás. Es evidente que eres un hombre inteligente. Estoy convencido de que podrías obtener grandes resultados en el camino de la realización”.
Angulimala se arrodilló ante el Buda. Se quitó la espada que llevaba atada a la espalda, la dejó en el suelo, y se postró a los pies del Buda. Después, se cubrió el rostro con las manos y sollozó. Tras un largo rato, Angulimala miró al Buda y dijo,
“prometo abandonar mis actos malignos. Te seguiré y aprenderé compasión de ti.
Te suplico que me aceptes como discípulo”.

En ese momento, llegaron los venerables Sariputta, Ananda, Upali, Kimbila y algunos monjes más que rodearon al Buda y a Angulimala. Al ver al Buda sano y salvo y a Angulimala preparándose para tomar los refugios, sus corazones se regocijaron.
El Buda le pidió a Ananda que le consiguiera un hábito a Angulimala y le dijo a Sariputta que preguntara en alguna casa si le podían prestar una navaja para que Upali le afeitara la cabeza. Angulimala iba a ser ordenado en aquel momento y en aquel lugar: Se arrodilló, recitó los tres refugios y Upali le dio los preceptos.
Después, regresaron todos juntos a Jetavana.

CAMINO VIEJO,
NUBES BLANCAS
-TRAS LAS HUELLAS DEL BUDA-
THICH NHAT HANH

Ediciones Dharma 

lunes, 28 de abril de 2014

“EL ARTE DE SOLTAR”.

 " El apego traba nuestro andar por la vida, carga nuestro equipaje con lo innecesario, nos impide escoger lo necesario."



No hay que llenar vacíos, hay que habitar espacios.
Hay un capítulo de la vida llamado desapego. 
Es la cualidad que permite establecer con las personas, con las cosas y con las etapas de la vida una relación de autonomía, de autenticidad. 
El desapego se relaciona con el abandono del ansia y del deseo, que en la filosofía oriental, son consideradas generadores de dolor y sufrimiento. 
No poder desapegarse de una persona, de un hábito, de una idea, de un objeto, lleva a establecer con ellos relaciones de posesión o de sumisión. 
El apego es una actitud que nos deja encadenados al pasado, mientras tanto la vida continúa sucediendo.
El apego a una relación, a una costumbre, a un espacio, a una actividad, a una idea, a una práctica, puede llegar a ser tóxico o disfuncional. 

El apego traba nuestro andar por la vida, carga nuestro equipaje con lo innecesario, nos impide escoger lo necesario.
El desapego es “EL ARTE DE SOLTAR”.
Gassho

miércoles, 23 de abril de 2014

OTRO BREVE RELATO, "HOY NO SOY EL DE AYER. "


El Buda fue el hombre más despierto de su época. 
Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión. 
Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.

Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo.

 El Buda se dio cuenta de lo sucedido permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios.

Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.
Muy sorprendido, Devadatta preguntó: 


--¿No estás enfadado, señor?
--No, claro que no. 

Sin salir de su asombro, le dijo:
--¿Por qué? 
Y el Buda le respondió:
--Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada.


Gassho

lunes, 21 de abril de 2014

Otro antigo Relato....UGGASENA, el hijo de un hombre rico que se enamoró de una bailarina.




LA HISTORIA DE UGGASENA.
Mientras estaba residiendo en el monasterio de Jetavana, el Buda pronunció los versos de éste libro(4) en referencia a Ugassena, , el hijo de un hombre rico que se enamoró de una bailarina.
Una vez, una caravana nómada de teatro consistente en quinientos bailarines y algunos acróbatas, fueron a Rajagaha y actuaron en los alrededores del palacio del Rey Bimbisara durante siete días. Ocurrió que una jóven bailarina, de estirpe e hija de acróbata, bailó en lo alto de un largo poste de bambú. Uggasena, el joven hijo de un hombre adinerado, cayó desesperadamente enamorado por esta bailarina, y sus padres no podían impedir que se casara con ella. Se casó con la joven bailarina y se unió a la caravana. Como él no era un bailarín ni un acróbata, no era necesario en ninguna función. Así que su trabajo era desplazar de un sitio a otro, cajas o conducir carros etc.
Con el tiempo, nació un hijo de Ugassena y su mujer la bailarina. A éste niño, la bailarina a menudo le cantaba una canción que decía así: "¡Oh tú, el hijo del hombre que guarda los carros, el hombre que lleva las cajas y los paquetes!. ¡Oh tú, el hijo del ignorante que no puede hacer nada!". Uggasena oyó la canción y supo que su mujer se refería a él y le dolió mucho, cayendo deprimido. Así que fue a ver su suegro, el acróbata, y le pidió que le enseñara acrobacias. Despues de estar un año entrenando, Uggasena se volvió un hábil acróbata.
Entonces Uggasena volvió a Rajagaha, y allí se anunció que Uggasena demostraría públicamente su habilidad durante siete días. Al séptimo día, se colocó un largo poste y Ugassena se subió arriba del todo. A la señal dada desde abajo, hizo el salto mortal siete veces en el poste. En ese mismo momento el Buda vió a Ugassena en su visión, y supo que el tiempo estaba maduro para que Uggasena lograra el arhantado. Así que entró en Rajagaha y quiso que el público dirigiera su atención hacia Él en lugar de aplaudir a Ugassena por sus hazañas acrobáticas. Cuando Ugassena vio que estaba siendo desatendido e ignorado, se sentó en lo alto del poste sintiéndose muy descontento y deprimido. El Buda entonces se dirigió a Uggasena: "Uggasena, un hombre sabio debe abandonar todos los apegos a los agregados y esforzarse para ganar la liberación de la ronda de renacimientos"
Y entonces el Buda habló en verso, tal como sigue:
Renunciar al pasado,
renunciar al futuro,
renunciar al presente.
Habiendo alcanzado el fin de las existencias,
con una mente liberada de todas las cosas condicionadas,
ya no volverás a sufrir el nacimiento y la decadencia.
Al final del discurso, Uggasena, quien todavía estaba en lo alto del poste, alcanzó la iluminación.
Descendió del poste y fue admitido enseguida en la Órden del Buda.
Thuk Je Che Tíbet.

KISA GOTAMI A BUDA: "EL DOLOR ES INEVITABLE......."






KISA GOTAMI
Kisa Gotami tuvo un único hijo que murió enseguida. En su dolor, llevaba a su hijo muerto a todos los vecinos preguntando por alguna medicina. Y la gente decía "Ha perdido la razón, el niño está muerto". Pero Kisa Gotami encontró a un hombre quien le dijo "no puedo darte una medicina para el niño, aunque conozco a un médico que sí puede". La chica respondió "te lo ruego!, dime quién es". Y el hombre dijo "ves a ver al Sakyamuni, el Buda".
Kisa Gotami fue a ver a Buda y lloró: "Señor y maestro, dame la medicina que pueda curar a mi hijo". El Buda le dijo: "Necesito un puñado de semillas de mostaza". Y cuando la chica en su alegría le respondíó que las traería enseguida, el Buda añadió: "las semillas de mostaza deben ser de una casa en donde nadie haya perdido a un hijo, cónyuge, pariente o amigo".
Kisa Gotami fue por la ciudad de casa en casa, y la gente apenada por ella le decía "¡Aquí hay semillas de mostaza, llévatelas!". Pero cuando ella preguntaba "¿Tienes algún hijo o hija, padre o madre, muertos en tu familia?" ellos le respondían: "quedamos pocos, nuestros muertos son muchos. Mejor no nos recuerdes nuestro gran dolor". Y no había casa alguna en donde no hubieran perdido a algún ser querido.
Kisa Gotami cayó en el cansancio y la desesperanza. Se sentó en el suelo, mirando como las luces de la ciudad parpadeaban hasta apagarse. Al final la oscuridad reinó por todas partes. Y pensó para sí misma, "¡Qué egoísta he sido en mi dolor!. Porque la muerte es común a todos".
Fue al bosque, en donde enterró a su hijo muerto, y volvió para ver al Buda. Tomó refugio en Él y en el Dharma.
El Buda dijo: "La vida de los mortales en este mundo es breve, llena de preocupaciones y combinada con dolor. Porque no hay ningún medio por el cual aquellos que han nacido puedan evitar morir; después de nacer existe la muerte, tal es la naturaleza de los seres vivos. Como frutas maduras pronto están en peligro de caer, así los mortales cuando nacen siempre están en peligro de muerte. Ambos jóvenes y viejos, sabios y tontos, todos caen bajo el poder la muerte; todos están sujetos a la muerte".
"De aquellos que, llevados por la muerte parten de esta vida, el padre no puede salvar a su hijo, ni los parientes a sus cercanos. Señalo esto mientras sé como sus seres queridos los buscan y los lamentan profundamente; uno por uno los mortales son así llevados, como un buey es conducido a la matanza. Así el mundo está afligido con la muerte y la decadencia. Por tanto, las personas sabias no se afligen al reconocer las condiciones del mundo. En cualquier manera en que la gente piensa como ocurrirán las cosas, a menudo será diferente de lo que finalmente ocurra, y así grande es la decepción; míralo, tales son las condiciones del mundo.
No desde el llanto ni el lamento obtendrá alguien la paz en la mente; al contrario su dolor será el más grande y su cuerpo sufrirá. Se volverá enfermo y pálido, y los muertos no serán salvados por su lamentación. Las personas fallecen, y su destino después de la muerte será de acuerdo a sus acciones. Si alguien vive cien años o incluso más, finalmente será separado de la compañía de sus seres queridos y dejará la vida en éste mundo. Aquel que busca la paz debe sacar fuera la flecha del lamento, de la queja, del pesar. Aquel que se saca esta flecha y se recompone obtendrá la paz; aquel que ha superado el dolor se volverá libre del dolor, y será bendecido".
"EL DOLOR ES INEVITABLE, PERO EL SUFRIMIENTO ES OPCIONAL"

viernes, 18 de abril de 2014

Quieres conocer mas?? te lo aclaro....

Acércate un poco más al budismo
¿El budismo es una religión? 

Normalmente consideramos que la religión es creer en Dios, o mejor dicho, en creer en cualquiera de sus manifestaciones divinas, sin embargo, en el budismo no se habla de Dios alguno. 
De esta forma la pregunta que surge es si el budismo se trata de una religión o si se trata sencillamente de una filosofía, una visión particular del mundo, con pautas de comportamiento ético, o si por el otro lado es más bien una especie de psicoterapia, una manera de comprendernos a nosotros mismos y afrontar los dilemas que la vida nos plantea. En cierto modo el budismo abarca todo esto y al mismo tiempo incluye mucho más.

El budismo invita a reconsiderar las ideas preconcebidas sobre la religión. 

Se ocupa de las verdades que van más allá de lo puramente racional, revelando una visión trascendental de la realidad que en su conjunto sobrepasa todas las categorías usuales de pensamiento. 
El camino budista es una forma de entrenamiento espiritual que con el tiempo lleva a una comprensión directa y personal de dicha visión trascendental.
Todos tenemos la capacidad de ser más despiertos, más sabios, más felices y más libres de lo que normalmente somos. 

Tenemos la capacidad de penetrar directamente en la esencia de la realidad, de llegar a conocer las cosas tal como son.
 Las enseñanzas y métodos del budismo tienen eso como un objetivo final: posibilitar la comprensión plena de nuestro propio potencial.

Gassho.

lunes, 14 de abril de 2014

La Busqueda constante del equilibrio!

Cuando no se entiende el significado profundo de las cosas, se perturba en vano la paz esencial de la mente.
 El Camino es perfecto, como el espacio infinito donde nada falta y nada sobra. 
De hecho, es debido a nuestra elección de aceptar o rechazar que no vemos la verdadera naturaleza de las cosas.
 No vivas en los enredos de las cosas externas ni en los sentimientos internos de vacío.
Mantente sereno, sin hacer esfuerzos, en la unidad de las cosas, y tales falsos conceptos desaparecerán por sí solos. 

Cuando tratas de parar la actividad para alcanzar la pasividad, el propio esfuerzo te llena de actividad. Mientras estés en un extremo o en el otro, nunca conocerás la unidad.
Aquellos que no viven en el camino único fracasan en ambas: actividad y pasividad, afirmación y negación.
Gassho



domingo, 13 de abril de 2014

“Extracto de "La rueda de la vida como camino para la lucidez".


Todas las tradiciones consideran la compasión una cualidad disponible en todos los seres, no es propiedad de apenas algunos. Podemos o no conectarnos a ella, mas la compasión esta siempre presente en nosotros.
En la tradición budista decimos que hay un linaje, o sea que los seres de sabiduría no solo manifiestan compasión, sino que también instruyen a sus alumnos sobre como manifestaría. Así la compasión es transmitida de una generación para otra. Cuando somos alcanzados por un linaje compasivo, descubrimos que ya tenemos eso en nosotros. Bondad, amor y compasión tocan nuestro corazón naturalmente porque son parte de nosotros. Los linajes existen, estamos protegidos y hay un proceso incesante que transmite la información.
“Extracto de "La rueda de la vida como camino para la lucidez".
Gassho

sábado, 12 de abril de 2014

Vamos de a 3 en 3, simples pasos, pasos simples pero a conciencia....


“BUENOS CONSEJOS PARA SÍ MISMO”
Hay tres cosas que no deberían de olvidarse:
El Maestro lleno de gracia.
El Buda iluminado.
Memoria y conciencia.
Hay tres cosas que deberían recordarse:
El preceptor que te concede refugio.
Las enseñanzas que revelan el sendero.
Y la disciplina.
Hay tres cosas que debes tener:
Una mente que permanezca donde esta el cuerpo.
Un cuerpo que permanezca en el lugar adecuado.
Una mente que more en un estado de relajación.
Hay tres cosas que es mejor olvidar:
La cólera contra los enemigos.
El apego a los seres amados.
El sueño perezoso.
Hay tres cosas que es mejor restringir:
La lengua en público.
La mano en privado.
Los pensamientos siempre.
Hay tres cosas sobre las que uno debería de guardar silencio:
Las propias virtudes.
Las faltas de otros.
Nuestras intenciones para el futuro.
Hay tres cosas de las que uno no debe dar muestras:
El impulso a renunciar a los apegos mundanos.
La cebada trampa de la propia hipocresía.
La insistencia en exhibir el propio fervor religioso.
Hay tres cosas que no deberían hacerse:
Comportarse temperamentalmente con un amigo.
Hablar inconsecuentemente.
Actuar con dos caras.
Hay tres cosas de las que uno debería refrenarse:
Presumir de la propia importancia.
Señalar repentinamente las faltas de los demás.
Menospreciar a los demás.