martes, 28 de octubre de 2014

UNA REFELEXION EN TORNO AL PERDON!

El perdón.



Estaba el Buda meditando en la espesura junto a sus discípulos, cuando se acercó un detractor espiritual que lo detestaba y... aprovechando el momento de mayor concentración del Buda, lo insultó lo escupió y le arrojó tierra.
Buda salió del trance al instante y con una sonrisa plácida envolvió con compasión al agresor; sin embargo, los discípulos reaccionaron violentamente, atraparon al hombre y alzando palos y piedras, esperaron la orden del Buda para darle su merecido.
Buda en un instante percibió la totalidad de la situación, y les ordenó a los discípulos que soltaran al hombre diciéndole:
-“Mire lo que usted generó en nosotros, nos expuso como un espejo de muestra al verdadero rostro. Desde ahora le pido por favor que venga todos los días, a probar nuestra verdad o nuestra hipocresía. Usted vio que en un instante yo lo llené de amor, pero ellos que hace años me siguen meditando y orando, demuestran no entender ni vivir el proceso de la unidad y quisieron responder con una agresión similar o mayor a la recibida. Regrese siempre que desee, usted es mi invitado de honor. Todo insulto suyo será bien recibido, como un estímulo para ver si vibramos alto, o es sólo un engaño de la mente esto de ver la unidad en todo”. Cuando escucharon esto, tanto los discípulos como el hombre, se retiraron de la presencia del Buda rápidamente, llenos de culpa, cada uno percibiendo la lección de grandeza del maestro y tratando de escapar de su mirada y de la vergüenza interna. A la mañana siguiente, el agresor, se presentó ante Buda, se arrojó a sus pies y le dijo en forma muy sentida:
-”No pude dormir en toda la noche, la culpa es muy grande, le suplico que me perdone y me acepte junto a usted” Buda con una sonrisa en el rostro, le dijo:
“Usted es libre de quedarse con nosotros, ya mismo; pero no puedo perdonarlo”
El hombre muy compungido, le pidió que por favor lo hiciera, ya que él era el maestro de la compasión, a lo que el Buda respondió:
-“Entiéndame, claramente, para que alguien perdone, debe haber un ego herido; solo el ego herido, la falsa creencia de que uno es ‘la personalidad’, ese es quien puede perdonar, después de haber odiado, o resentido, se pasa a un nivel de cierto avance, con una trampa incluida, que es la necesidad de sentirse espiritualmente superior, a aquel que en su bajeza mental nos hirió. Solo alguien que sigue viendo la dualidad, y se considera a sí mismo muy sabio, perdona, a aquel que le causó una herida”. Y continuó: “No es mi caso, yo lo veo como un alma afín, no me siento superior, no siento que me haya herido, solo tengo amor en mi corazón por usted, no puedo perdonarlo, solo lo amo. Quien ama, ya no necesita perdonar.”
El hombre no pudo disimular una cierta desilusión, ya que las palabras de Buda eran muy profundas para ser captadas por una mente llena todavía de turbulencia y necesidad, y ante esa mirada carente, el Buda añadió con comprensión infinita:
-“Percibo lo que le pasa, vamos a resolverlo: Para perdonar, ya sabemos que necesitamos a alguien dispuesto a perdonar. Vamos a buscar a los discípulos, en su soberbia están todavía con rencor, y les va a gustar mucho que usted les pida perdón. En su ignorancia se van a sentir magnánimos por perdonarlo, poderosos por darle su perdón, y usted también va a estar contento y tranquilo por recibirlo, va a sentir seguridad en su ego culposo, y así más o menos todos quedarán contentos y seguiremos meditando en el bosque, como si nada hubiera pasado”

EL APEGO, UNA MIRADA, UNA REFLEXION!


El Apego es una actitud que sobrestima las cualidades de un objeto o persona y después se aferra a ella.

Cuando tenemos apego, proyectamos sobre las personas y los objetos cualidades que no poseen, o exageramos las que poseen.
Buda dijo en el Dharmapala:
El apego surge de concepciones erróneas
Por tanto, reconócelas como su raíz
Evita las conceptualizaciones y el apego no surgirá
Hay ciertas ideas erróneas básicas que alimentan nuestro apego:
a) que las cosas, las personas y las relaciones no cambian
b) que nos pueden proporcionar felicidad duradera
c) que son puras
d) que poseen una esencia real y brillante
Estas ideas erróneas funcionan siempre que estamos apegados a algo o a alguien, tomando como ejemplo nuestro cuerpo, consideremos las siguientes preguntas:
¿ Nuestro cuerpo cambia y envejece?
¿Nuestro cuerpo nos proporciona felicidad duradera?
¿Es nuestro cuerpo puro y atractivo?
¿Nuestro cuerpo posee esencia real?
La mayoría de nosotros estamos básicamente preocupados por la felicidad en esta vida presente. Buscamos felicidad para gratificar nuestros sentidos. Siempre queremos ver personas atractivas u objetos hermosos, oír música que nos guste o escuchar palabras de elogio, oler perfumes maravillosos, gustar comida deliciosa y tocar objetos agradables.
La búsqueda de la felicidad de esta forma exclusiva en esta vida trae como consecuencia el resultado opuesto. Actuaremos de forma egoísta siempre que tratemos de asegurar los objetos a los que estamos apegados y librarnos de los que nos producen aversión. Por ejemplo, ¿por qué criticamos con ira a otras personas? Apegados a nuestra propia felicidad, arremetemos contra los que pueden destruirla. En ese momento, no nos importa si herimos sus sentimientos.
Otro ejemplo es cuando robamos. No nos sentimos a gusto con nosotros mismos. O cuando tenemos relaciones extramaritales, nos preocuparemos, mentiremos y pondremos excusas para ocultarlo.
Apegados a esta vida, tendemos a exagerar la importancia de ciertas cosas, pensamos cosas como "tengo que ganar tanto dinero para ser feliz", y no descansamos hasta que conseguimos esa meta, y si no la conseguimos nos frustramos y nos sentimos intranquilos. Sobrestimamos la importancia del dinero y no nos damos cuenta de todas las cosas buenas de nuestra vida.
Cuando tratamos de dejar de anhelar a una persona u objeto hacia la que sentimos apego, nos enfrentamos a una difícil disyuntiva: nuestras emociones dicen: "quiero esto" y nuestro intelecto dice: "¡No, eso te perjudica!". Esa batalla interna es inútil. En vez de librar esa lucha, podemos tomarnos un respiro, examinar nuestra vida y concluir que el apego hace que nos sintamos insatisfechos e infelices. Con esa prueba irrefutable de sus desventajas no querremos vernos envueltos en ello por más tiempo. 
El apego sienta las bases para la insatisfacción. Cuando tenemos apego muy fuerte hacia algo o alguien, el pensar en su pérdida nos puede producir miedo o pánico. Debemos pensar que es nuestra mente la que proyecta a esa persona o cosa cualidades de belleza, pureza, perfección, etc.
Cuando entendemos los inconvenientes del apego, tomamos la determinación de liberarnos del aferramiento a la felicidad de esta vida y a todos los sufrimientos que trae consigo. Desde luego, aún querremos ser felices aquí y ahora, pero no estaremos obsesionados con obtener todo lo que pensamos que necesitamos y queremos.
Debemos reconocer que podemos experimentar una felicidad mayor que la que sentimos cuando estamos cerca de objetos maravillosos y personas atractivas, la Felicidad Suprema, la cual proviene de la transformación de nuestra mente.
El desapego es diferente de ser ascético, indiferente o descuidado. El desapego es un estado mental equilibrado, en el cual somos libres y enfocamos nuestra atención hacia lo que es realmente valioso.
Trabajando con el apego.
Es verdad que todos tenemos un auto centrismo innato que inhibe nuestro amor por los otros. Por lo tanto, como deseamos la felicidad verdadera que sólo una mente en calma puede obtener, y como esa paz se obtiene únicamente con una actitud compasiva; ¿cómo podemos desarrollar esto? Obviamente, pensar en lo que es la compasión no nos es suficiente, debemos hacer un esfuerzo conjunto por desarrollarla; tenemos que utilizar todos los hechos de nuestra vida diaria para transformar nuestros pensamientos y comportamientos.
Ante todo tenemos que tener claro que queremos decir con compasión. Muchas formas del sentimiento compasivo están mezcladas con el deseo y el apego; por ejemplo, el amor de los padres a los hijos está a menudo fuertemente asociado con sus propias necesidades emocionales, por lo tanto no es completamente compasivo; en el matrimonio, el amor entre la mujer y el hombre depende más del apego que del amor genuino, particularmente al principio.
La verdadera compasión no es simplemente una respuesta emocional, sino un firme compromiso fundado en la razón. Por lo tanto, la actitud compasiva sincera hacia los otros, no cambia ni siquiera si éstos se comportan negativamente.
OM MANI PADME HUM

domingo, 26 de octubre de 2014

viernes, 24 de octubre de 2014

La meditación, la vida y la muerte


Uno de los más renombrados expertos del budismo Zen japonés, el maestro Nishijima, habla sobre la meditación, la vida y la muerte.
El monje Zen
Para un periodista, quizás uno de los personajes más difíciles de entrevistar, más que cualquier político experto en retórica, más que cualquier científico loco, es un monje Zen. Esto, porque sus respuestas provienen de otra lógica, de una forma diametralmente distinta de ver la vida.
Así, algunos monjes Zen, en vez de responder cogen una flor y la hacen girar y lo miran a uno con una cara de "¿entendiste?". Otros, levantan un bastón y le dan un golpe en la espalda a uno para luego hacer sonar la campana, lo que indica que la entrevista terminó. Por esto mismo, al preguntarle al maestro Nishijima por el significado de la felicidad la respuesta no dejó de sorprender. Según él, la felicidad es nada menos que "el equilibrio entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático".
El maestro Nishijima o Sensei, como le llaman sus alumnos, es todo un personaje. Tiene 80 años, se levanta todos los días a las cuatro de la mañana, dirige un dojo donde personas de todo el mundo lo visitan para estudiar Budismo Zen. Trabaja, además, como consultor económico en una exitosa empresa de cosméticos, traduce libros del japonés y sánscrito al inglés y no se cansa de repetirle a sus estudiantes que lo único propio de los seres humanos es la acción.
En las afueras de Tokyo, en el distrito de Chiba, Nishijima dirige el dojo o lugar de conocimiento, y al terminar la primera meditación a las siete de la mañana conversa con nosotros durante el desayuno, sobre la meditación, la vida y la muerte.
Cuatro pilares del Zen

-Para muchos occidentales, esto de sentarse con las piernas cruzadas, en silencio y durante horas resulta difícil de entender. ¿Cómo explicaría Ud. el propósito de esta práctica?
-A pesar de que existen diversos linajes del budismo, todos comparten algunos puntos esenciales. En el budismo, recordamos la unión que existe entre cuerpo y mente. Al darnos cuenta de este hecho tan elemental, pero olvidado, en forma natural volvemos nuestras vidas hacia el camino intermedio.
Una vez en el camino intermedio percibimos que el pasado y el futuro existen sólo en nuestras neuronas y que lo único que nos pertenece es el aquí y el ahora. Cuando nuestras vidas han sido tocadas por el aquí y el ahora logramos entender con nuestro cuerpo-mente que la esencia primordial de la realidad es la acción.
¿Podría explicar un poco más cada punto?
-Una persona que piensa mucho es tensa y tiende a ser idealista. Por el contrario, una que se centra en sus sensaciones corporales suele ser más relajada y hedonista. Al unificar nuestro cuerpo y mente nos equilibramos; ni muy tensos ni muy relajados. Al estar en armonía podemos aprehender la brisa del momento presente. Pero éste es efímero, instantáneo. No podemos ni pensar sobre él ni sentirlo.
¿Qué hacemos entonces? Actuamos. Nuestras vidas, por lo tanto, son una serie de acciones y en el budismo Zen reconocemos las acciones puras, donde mente y cuerpo han recobrado su unión.
-¿Cómo se relaciona todo esto con la meditación sentados?
-Al hacer Zazen estos cuatro puntos que te indiqué se encarnan en uno. Después de algunos momentos de estar sentados con la columna erguida, ojos abiertos y respiración natural, nos damos cuenta que, al no prestarle atención a los pensamientos y sensaciones del cuerpo, mente y cuerpo son una misma cosa, nunca han estado separados.
Dicho de otra forma, en el cuerpo, el sistema nervioso autónomo se divide en el simpático y el parasimpático. En forma muy resumida, uno nos mueve a la actividad y el otro a la pasividad. En Zazen logramos el equilibrio entre ambos, lo que nos permite volver a nuestro estado original de armonía.
"Tu y yo vamos a morir"
Después de que termina la última meditación, a las nueve de la noche, antes de ir a dormir, Nishijima la define como un golpe o un choque. Citando a Dogen, quien fue el padre del budismo Zen japonés en el siglo XIII, Nishijima dice que una persona que siente la necesidad y urgencia por seguir el camino de la meditación ha sido golpeada o chocada por la realidad.
Para ello, pone como ejemplo a los extranjeros y japoneses que han llegado a su dojo por décadas. Muchos de ellos son gente común y corriente. Otros, según explica, han sido deportistas y escaladores que en algún momento de sus vidas han hecho algo extraordinario y luego pasan sus vidas tratando de explicárselo.
También hay personas que han debido enfrentar una situación límite y que han actuado en forma pura, se han olvidado de sí mismos por un instante y han logrado también algo extraordinario, que en la vida diaria jamás podrían siquiera soñar en conseguir.
Todas estas personas, dice Nishijima, "llegan al budismo Zen porque se dan cuenta que lo que experimentaron fue un momento de acción pura, donde el cuerpo y la mente estaban unidos en el aquí y ahora, al igual que en Zazen".
-Pero en la vida existe un sinnúmero de acciones, como las malas también ¿no es verdad?
-Sí, es cierto. Sin embargo, una persona que está equilibrada, en forma natural hace el bien. Para esa persona hacer el mal es imposible. -En todos estos años de experiencia, ¿son muchas las personas que han experimentado este golpe con la realidad? - No. El hecho que ocurra es una bendición. La mayoría de las personas, no sólo aquí en Japón, sino que también creo en tu país, vive como si estuvieran anestesiadas. La vida les pasa por encima y no se enteran de ello. Todos vamos a morir, pero son contados los que sienten la urgencia por vivir.

domingo, 19 de octubre de 2014

MI PRÁCTICA DE ESTA SEMANA (Del 20 al 26 de Octubre).



La falsedad es una oscura sombra de la ignorancia, que cuando se apodera de mi mente me hace actuar de forma hipócrita y engañosa, tratando de fingir, mentir o aparentar lo que no es verdad. 
Me distancia de los demás, me atrapa en la cárcel del egoísmo y siempre trae consecuencias indeseadas, negativas y trágicas, tanto para mí como para la gente que me rodea.

Hoy voy a vigilar mi mente con mucha atención, trataré de mantener siempre una actitud limpia y sincera, de hablar con sinceridad y franqueza, y de actuar de forma honrada, sin disimulo ni pretensiones. 

Cuando descubra la intención de aparentar lo que no soy, de esconder o negar mis propias faltas y errores, de hablar hábilmente con segundas intenciones, o de actuar de forma deshonesta e hipócrita, quitaré inmediatamente esa sombra ignorante de mi corazón.
Voy a contar las veces que consigo atrapar cada una de estas manchas y me aseguraré de que no vuelvan a ensuciar la claridad, la hermosura y el brillo de mi corazón.

miércoles, 8 de octubre de 2014

"El Matrimonio" por S.E. Chagdud Tulku Rinpoche


Tomar los votos de matrimonio no son sólo una una ceremonia externa. Aún más importante es lo que representan: un compromiso interno, mental. Entender el contexto mayor de los votos de matrimonio es necesario para saber cómo mantener su compromiso a lo largo de la vida.


Considerando las diferentes categorías de seres existentes en el universo, el hecho de ser humanos implica que hemos alcanzado una situación muy afortunada y poco común, con una incomparable base para avanzar en el desarrollo espiritual. No obstante, de no reconocer la preciosidad de nuestra vida humana, la desperdiciaremos tal como alguien que encuentra un buen trozo de oro y que, sin reconocer su valor, hace mal uso de él, quizás como un tope para sostener su puerta. Ahora estamos ante oro en bruto, y somos como un minero que aún no sabe que la verdadera naturaleza del mineral -de nuestra mente- es el oro. Usar bien la oportunidad que nos ofrece esta vida humana significa transformarnos en un minero que sabe cómo refinar el oro, que es decir, revelar nuestra pureza inherente, nuestra naturaleza divina.


En el matrimonio, cada miembro de la pareja puede apoyar y a la vez apoyarse en el camino espiritual del otro, sosteniéndose mutuamente y ayudando para que el potencial de la vida humana no sea desperdiciado. Esto es muy importante, pues la oportunidad que tenemos como humanos es definitivamente breve. Es natural desear permanecer juntos por un largo tiempo, pero no hay manera de saber con certeza el tiempo de duración de sus vidas y de su relación.Todo en nuestras experiencias es impermanente. Hace mucho tiempo atrás, este universo que habitamos aún no existía, y un día el mismo universo será de nuevo reducido a nada. Hubo un tiempo en que nuestro cuerpo físico aún no existía, y un día éste también desaparecerá. De todos las personas que vivieron cien años atrás en esta tierra, ¿cuantas todavía están aquí? Y de las personas que están vivas hoy, ¿cuantas estarán todavía aquí dentro de cien años? Si la impermanencia es entendida por ambos en el matrimonio, la importancia de usar bien el tiempo que están juntos será evidente.


Desde un comienzo, necesitan pensar claramente cuál será la dirección que tomará su matrimonio. Simplemente pasar tiempo juntos no es lo más importante; lo importante es cómo usarán ese tiempo en que estarán juntos. El matrimonio significa comprometerse a que de ahora en adelante y por el resto de sus vidas vivirán en armonía -con alegría, amor, afecto- y con la intención de beneficiarse mutuamente al máximo posible. Esto significa el esfuerzo por colocar diariamente la felicidad de su pareja por delante de la suya, tanto aun nivel mundano como espiritual. De esta manera, casarse significa tomar la decisión de atender las necesidades del otro y contribuir a su crecimiento espiritual. El amor genuino y altruista que ustedes expresen por su pareja será la virtud que traerá felicidad en esta vida y plantará las semillas de la felicidad futura.


Cada uno de ustedes ha escogido a su cónyuge de entre todas las flores de este jardín planetario. Así, es importante que usted encare el matrimonio con altruismo, con la intención de beneficiar al otro lo más posible, en la alegría y en la tristeza, felicidad e infelicidad. Si el hombre y la mujer comienzan su relación con la mutua expectativa de “ésta mujer es ahora mi esposa; su deber es hacerme feliz, darme lo que necesito’’ y “éste hombre es ahora mi marido, él debe darme felicidad, él debe satisfacerme’’, lo único que se creará serán problemas. En lugar de partir exigiendo algo del otro y esperando algo para sí mismo, el compromiso debiera ser de uno con el otro, asumiendo cada uno la responsabilidad por la felicidad de su pareja. Piensen que todo lo que hagan o digan al otro le afectará. Aprendan cómo traerse mutuamente felicidad, o paz espiritual.


Si ambos se preocupasen siempre por la felicidad del otro, nunca se separarán. Esa es la forma en que su vínculo no podrá ser quebrado.


Por el contrario, si ustedes ponen la responsabilidad de su felicidad en su cónyuge, si sienten que él o ella les debe algo, solamente verán las fallas de su pareja. Si su motivación fundamental fuera la esperanza de que el otro lo hará feliz, entonces su matrimonio no será tan fácil, y su felicidad no durará. Acercarse al matrimonio con un punto de vista egocéntrico, establece automáticamente circunstancias que malograrán la posibilidad de un bien mayor. Pero si su motivación es traer felicidad a la otra persona, ambos serán felices tanto a corto plazo como a largo plazo, y traerán felicidad a quienes los rodean. Este es el significado del suceso tanto en el sentido mundano como espiritual.


La felicidad que experimentamos en la vida depende de nuestra motivación. Y nuestra motivación es tan importante en el matrimonio como en cualquier otra área humana. Aunque una motivación altruista no sea lo mismo que Bodhichitta que posee un ámbito mayor- el beneficio temporario y definitivo para todos los seres-es una manera de practicar el altruismo de una manera más directa con la persona que está ahí, a su lado. Y usted puede usar la relación con su cónyuge como un modelo para relacionarse con el resto del mundo.


Para mantener su compromiso, ustedes necesitan estar preparados para enfrentar los obstáculos con coraje. Aunque, aspiremos a lo divino, fricciones pueden suceder. Nadie es perfecto. En nuestras relaciones, es común enfrentarnos con emociones negativas, mezquinas, pensamientos egoístas, y todo tipo de estados físicos y mentales, algunos agradables y otros no tanto. Estas cosas pondrán a prueba su compromiso – él debe ser capaz de soportar lo que pueda suceder. Lo importante no es lo que vendrá, sino como lidiar con eso, como trabajar para garantizar que su matrimonio dure toda la vida.


Comprométanse a ayudarse uno a otro, a ser amigos uno del otro, en cualquier circunstancia. Cuando aparezcan dificultades, no importa si son grandes o pequeñas, no les den tanta importancia. Recuerden que su pareja es un ser humano no un dios. Enfóquense en sus buenas cualidades y no se apeguen a las dificultades. Cuando el problema surja, recuerde que todos somos seres humanos y déjenlo de lado. Durante los tiempos difíciles recuerden que su unión es para toda la vida, su deber es hacer lo mejor. No hay tiempo para discusiones. Además pensar que usted tiene la razón y el otro está equivocado es un engaño que perpetúa el sufrimiento. En su lugar sean pacientes y recuerden que el único beneficio en la hora de su muerte será la virtud creada en esta vida. Si en el día a día mantuviesen esta perspectiva las discusiones serán resueltas y usted desenvolverá la paciencia, el amor, la compasión y la aceptación, cualidades que mejorarán sus relaciones.


Su motivación altruista en el matrimonio da cuerpo a la primera de las seis perfecciones – la generosidad, práctica que es uno de los excelentes medios para acumular mérito y aumentar las cualidades virtuosas. A través del amor y compromiso, ahora y en el futuro, mientras mantengan en sus corazones el amor uno por el otro, mientras hablen de su amor uno para el otro, cuando intercambien las alianzas como símbolo físico de su vínculo, estarán expresando la cualidad de la generosidad. El compromiso de que de ahora en adelante usarán su cuerpo, habla, y mente para hacer feliz uno al otro, es más una expresión de esa generosidad.


También traen para el matrimonio la segunda perfección, la disciplina moral. Lo cual significa vivir juntos de acuerdo con principios mayores, eliminando hábitos que no sirven para la relación; como comportamientos mezquinos, egoístas, desarmoniosos, y acentuando cualidades positivas y altruistas como bondad amorosa, que trae gran beneficio. Su camino espiritual es un camino de virtud, que trae alegría y felicidad a los otros, y evitando acciones descuidadas que puedan causar mal o infelicidad. Como practicantes ustedes deben usar su cuerpo, habla y mente para protegerse y proteger su relación de obstáculos potenciales o negatividades e intentar hábilmente beneficiarse uno a otro. Si su foco fuesen las necesidades de su pareja, entonces habrán encontrado una poderosa manera de evitar problemas.


No hay dudas que la vida de a dos es un desafío. No se amarren a la idea de como el matrimonio debe funcionar, al contrario, aprendan como no perturbar uno al otro, como alcanzar más y más alegría y armonía. Cuando sucedan cosas que no sean de su agrado, intente trabajar con la aversión en sus propias mentes en el contexto de su práctica del Dharma en lugar de intentar cambiar el modo de ser de su pareja.


Esto también es importante ante la decisión de tener hijos. Cuando el trato entre ustedes es con respeto y amor e intentan resolver pacíficamente los problemas, sus hijos tendrán un modelo a seguir para desenvolver con suceso sus propias relaciones.


La tercera perfección la paciencia, es una de las cualidades más importante que pueden traer al matrimonio. Prometan mantener siempre la armonía y recuerden que independientemente de los cambios externos o emocionales por los cuales su pareja está pasando, él o ella no es un Buddha. Su compañero es un ser humano y lidia con sus propios problemas. Intente lidiar con eso con compasión y paciencia, manteniendo el foco del vínculo que los une y no en los problemas. Intenten no enfadarse con las dificultades que invariablemente aparecerán cuando las personas viven juntas. Al menos no queden atrapados en ellas, intenten resolverlas inmediatamente.


Su práctica de paciencia traerá grandes beneficios a corto plazo, en el contexto de su matrimonio, y también a largo plazo. Cuando practican la virtud, especialmente una virtud poderosa como la paciencia, infaliblemente el resultado será una gran felicidad futura, lo que puede ser llamado de experiencia de paraíso o tierra pura. A través de la rabia hiriendo los sentimientos de su pareja, a través de su deseo egoísta, sin pensar en lo que lo haría feliz, pero si en sus propios deseos egoístas, y a través de la ignorancia, no consiguiendo discernir cuales son los comportamientos verdaderamente perjudiciales y cuales los beneficiosos, ustedes estarán creando sufrimiento a corto y largo plazo. Pues el paraíso y el infierno no existen afuera de ustedes. Son reflejos de los aspectos positivos y negativos de sus propias mentes.


Mantener el compromiso que realizaron uno con el otro como marido y mujer, requiere diligencia, la cuarta perfección. Es necesario un gran esfuerzo para mantener verdadera su unión, empeñándose tanto en el contexto mundano como en el de su práctica espiritual para poder ayudarse uno a otro a alcanzar sus objetivos y traer beneficios para ambos y para los otros. Todos los modelos de compañerismo en el camino son cruciales y nuestro desarrollo como practicantes espirituales, y las cualidades de nuestros amigos pueden influenciarnos mucho. Por eso es importante que usen su matrimonio como una oportunidad de apoyo a la práctica de cada uno en el Dharma, no permitiendo que las acciones del otro, sus palabras , o actitudes se tornen obstáculos en su camino espiritual. Esto requiere una práctica espiritual diligente, intentándolo no apenas una o dos veces, pero sí alcanzar estas metas a lo largo de toda su vida juntos.


Recuerden siempre su vínculo, manteniéndolo en sus corazones y no permitiendo nunca que se quiebre, envuelve a la quinta perfección, la estabilidad meditativa. Esto significa enfocarse en aquello que traerá felicidad para ustedes y para los otros. No importa lo jóvenes y atractivos que ustedes sean hoy cuando hacen juntos sus votos. La belleza física no durará eternamente. No se enfoquen en ella. Recuerden que todo en este mundo está sujeto a la decadencia. Todo lo que es compuesto, que se une, en el final se separa. Pero cuando están juntos, pueden traer alegría uno al otro, pueden crear virtud y pueden apoyar su propia práctica espiritual en la de su pareja. Aunque esta vida sea corta, la ligación que ustedes establecieron a través de la unión positiva y a través de la práctica espiritual continuará beneficiando a ambos por varias vidas futuras.


Finalmente, ustedes traen para el matrimonio la sexta perfección, la sabiduría, del conocimiento trascendental, independiente de las alegrías y tristezas de sus experiencias, como individuos y como par, recuerden que estos momentos pasajeros son como ecos, ilusiones, que vienen y van. Que nada de lo que ustedes experimentan posee una existencia inherente. Toda la experiencia de nuestra vida es como un sueño nocturno lleno de alegría y pesar, felicidad y tristeza. Y de la misma manera que despertamos por la mañana y vemos que nada ocurrió realmente, podemos ver nuestras experiencias pasadas en nuestras vidas y ver que fueron ilusorias. Tantos momentos de felicidad y tristeza ya pasaron.


Comprender la naturaleza profunda de nuestra experiencia no significa desconsiderar nuestras experiencias felices. Todavía nosotros sentimos alegría, pero al mismo tiempo percibimos que ella no era real como pensábamos. Cuando estamos infelices, recordamos que nuestra infelicidad también es pasajera. Esta perspectiva ayuda a reducir nuestro apego a las cosas que de cierta manera ocurren, así como nuestra aversión a las dificultades. Percibimos que no son las condiciones externas las responsables por nuestra felicidad o infelicidad, pero sí la manera en que reaccionamos a esas experiencias. Eso trae la aceptación y el equilibrio a nuestras vidas.


Intenten mantener una conciencia ininterrumpida de su verdadera naturaleza, que está más allá de los extremos de la felicidad y tristeza, placer y dolor, esperanza y miedo. Aunque parezcan personas comunes, si tuvieron una ligación interna con la esencia de su práctica, al mismo tiempo que hacen su trabajo diario, obtendrán un poderoso beneficio, si tuvieran esa visión, no importa donde ustedes vivan, lo que vistan, como pueden actuar.


La perfección de la sabiduría, en su punto más profundo, es corporizada por la unión del masculino y femenino que es fundamental al camino espiritual del Budadharma. El aspecto manifestado por todos los fenómenos corresponde al principio masculino de los medios hábiles y a la verdadera naturaleza de esos fenómenos, vacuidad, el aspecto femenino de la sabiduría, o conocimiento trascendental. Si examinamos cualquier elemento de nuestra experiencia encontramos que su propia naturaleza es vacuidad, con todo, las cosas todavía aparecen así. Forma y vacuidad, vacuidad y forma existen en unión una con otra. La comprensión de la inseparabilidad de la vacuidad delos fenómenos es su apariencia y la cualidad trascendental que debe ser cultivada y nutrida durante vuestra vida juntos.


En la sociedad humana, el vínculo entre el hombre y la mujer es la expresión de esa verdad más profunda, el matrimonio es una expresión de esa armonía. Esto otorga una dimensión más profunda al matrimonio de dos individuos que están envueltos en el camino del Dharma, porque ellos poseen medios para incorporar en sus vidas esta unión de femenino y masculino en los cuales las enseñanzas se fundamentan.


Si ustedes permanecen fieles en su matrimonio en la visión de la sabiduría y siempre, en su vida en común, trabajen para traer un mayor beneficio para ustedes y para los otros, a corto o largo plazo, su relación producirá nada más que felicidad en ésta y en vidas futuras, y vuestra unión corporificará la esencia de los principios del Dharma sagrado.


Que todos los seres puedan beneficiarse.





Este texto fue editado a partir de las transcripciones de cinco ceremonias de matrimonio conducidas por Chagdud Tulku Rinpoche entre 1988 y 1993.

martes, 7 de octubre de 2014

Practica de la semana (06-10 de oct) El Orgullo







El orgullo es como un muro que me impide aprender, me aleja de los demás, impide que se desarrollen mis buenas cualidades y el potencial positivo de mi mente, alimenta la arrogancia, la vanidad, la prepotencia y el desprecio a los demás. 

Aunque la situación de mi vida sea mejor que la de la gente que me rodea, no hay ninguna razón ni ningún beneficio en sentirme alguien superior. 

Es mucho mejor que mantenga una actitud de humildad y que ponga mis cualidades al servicio de los demás. 
Además, también tengo defectos, muchos errores que rectificar y mucho que aprender de otros.

Hoy trataré de reconocer cada vez que aparece el orgullo, lo veré como una enfermedad, y para curarla, me aplicaré el bálsamo de la humildad y el servicio a los demás.


Constantemente me quitaré importancia a mi mismo y la dedicaré para beneficiar a los demás.

Por la noche repasaré mis actividades del día, me alegraré por todas las veces que he podido aplicar esta práctica y en el caso de los descuidos trataré de hacerlo mejor a partir de mañana.

miércoles, 1 de octubre de 2014

El presente no envejece.


"Da muerte a cada momento del pasado. El pasado ha terminado. No hace falta calificarlo de bueno o malo. Lo único que hay que saber es que se ha terminado, se acabó. No volverá a existir, ha desaparecido para siempre; entonces, ¿para qué perder el tiempo con ello?
No pienses en el pasado, al hacerlo estás desperdiciando el presente, que es lo único que realmente tienes. Y no pienses en el futuro, nadie sabe qué ocurrirá mañana, cómo será, cómo se desarrollará, dónde vas a aterrizar..., no te lo puedes ni imaginar.
Y ocurre todos los días; no eres consciente del tiempo que perdiste ayer planeando el día de hoy, y de que las cosas no han salido como pensabas y habías planificado, y esto y lo otro. Ahora te preguntas preocupado por qué perdiste todo ese tiempo, ¡y vuelves a hacerlo!
Quédate en el momento presente, sé fiel al momento presente, permanece en el aquí y el ahora, como si el ayer no hubiese existido y el mañana no fuera a existir nunca; sólo así podrás estar por entero aquí y ahora. Y ese estar en el presente totalmente te unifica con el resto de la existencia, porque la existencia no sabe del pasado ni del futuro. Siempre está aquí y ahora.
La existencia sólo conoce un tiempo : el presente. Es el idioma el que ha creado tres tiempos verbales y tres mil presiones en tu mente. La existencia conoce sólo un tiempo: el presente, y aquí no hay tensión, es absolutamente relajante. Cuando estás totalmente aquí, sin un ayer que tire de ti hacia atrás, ni un mañana que tire que tire en el otro sentido, estás tranquilo.
Para mí, estar en el momento presente es meditar, es estar por entero presente. Y es algo maravilloso, fragante, fresco. El presente no envejece".
Osho, Vivir peligrosamente en tiempos extraordinarios