LA HISTORIA DE UGGASENA.
Mientras estaba residiendo en el monasterio de Jetavana, el Buda pronunció los versos de éste libro(4) en referencia a Ugassena, , el hijo de un hombre rico que se enamoró de una bailarina.
Una vez, una caravana nómada de teatro consistente en quinientos bailarines y algunos acróbatas, fueron a Rajagaha y actuaron en los alrededores del palacio del Rey Bimbisara durante siete días. Ocurrió que una jóven bailarina, de estirpe e hija de acróbata, bailó en lo alto de un largo poste de bambú. Uggasena, el joven hijo de un hombre adinerado, cayó desesperadamente enamorado por esta bailarina, y sus padres no podían impedir que se casara con ella. Se casó con la joven bailarina y se unió a la caravana. Como él no era un bailarín ni un acróbata, no era necesario en ninguna función. Así que su trabajo era desplazar de un sitio a otro, cajas o conducir carros etc.
Con el tiempo, nació un hijo de Ugassena y su mujer la bailarina. A éste niño, la bailarina a menudo le cantaba una canción que decía así: "¡Oh tú, el hijo del hombre que guarda los carros, el hombre que lleva las cajas y los paquetes!. ¡Oh tú, el hijo del ignorante que no puede hacer nada!". Uggasena oyó la canción y supo que su mujer se refería a él y le dolió mucho, cayendo deprimido. Así que fue a ver su suegro, el acróbata, y le pidió que le enseñara acrobacias. Despues de estar un año entrenando, Uggasena se volvió un hábil acróbata.
Entonces Uggasena volvió a Rajagaha, y allí se anunció que Uggasena demostraría públicamente su habilidad durante siete días. Al séptimo día, se colocó un largo poste y Ugassena se subió arriba del todo. A la señal dada desde abajo, hizo el salto mortal siete veces en el poste. En ese mismo momento el Buda vió a Ugassena en su visión, y supo que el tiempo estaba maduro para que Uggasena lograra el arhantado. Así que entró en Rajagaha y quiso que el público dirigiera su atención hacia Él en lugar de aplaudir a Ugassena por sus hazañas acrobáticas. Cuando Ugassena vio que estaba siendo desatendido e ignorado, se sentó en lo alto del poste sintiéndose muy descontento y deprimido. El Buda entonces se dirigió a Uggasena: "Uggasena, un hombre sabio debe abandonar todos los apegos a los agregados y esforzarse para ganar la liberación de la ronda de renacimientos"
Y entonces el Buda habló en verso, tal como sigue:
Renunciar al pasado,
renunciar al futuro,
renunciar al presente.
Habiendo alcanzado el fin de las existencias,
con una mente liberada de todas las cosas condicionadas,
ya no volverás a sufrir el nacimiento y la decadencia.
renunciar al futuro,
renunciar al presente.
Habiendo alcanzado el fin de las existencias,
con una mente liberada de todas las cosas condicionadas,
ya no volverás a sufrir el nacimiento y la decadencia.
Al final del discurso, Uggasena, quien todavía estaba en lo alto del poste, alcanzó la iluminación.
Descendió del poste y fue admitido enseguida en la Órden del Buda.
Descendió del poste y fue admitido enseguida en la Órden del Buda.
Thuk Je Che Tíbet.
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