Voy a investigar el sufrimiento que aparece disfrazado de felicidad y reconocerlo como lo que es.
Como una trampa que nuestra mente ignorante la confunde como algo muy atractivo, se queda atrapada en ella y acaba con mucho dolor y desengaño.
Las personas que mi mente tacha de molestas, odiosas o despreciables, generando en mi corazón el rechazo, enfado, desprecio o cólera, que son el veneno que destruye la paz, el bienestar de mi mente y todos los méritos que creo con mi práctica. Y destruye también la felicidad de los que me rodean.
Las que despiertan mi apego, ansiedad o deseo sexual… y en general todos los objetos, lugares o circunstancias que hacen que aparezcan en mi mente las aflicciones como la envidia, el odio, el deseo, el orgullo, el miedo, la falsedad, el egoísmo, la crueldad, etc.
Trataré de ver el objeto como la trampa, ya sea una persona, una cosa u otra circunstancia, que ha sido muy bien preparada por el karma y la ignorancia, y procuraré no caer en ella, evitando que aparezcan en mi corazón esas emociones aflictivas. Mantendré en todo momento una actitud de calma y una disposición positiva y optimista hacia todo el mundo.
Hoy contaré cada vez que aparezca una emoción negativa en mi mente y trataré que sean cuantas menos mejor.
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