miércoles, 24 de junio de 2015

El Ego Susceptible y el Maestro Chan/Zen


Hablando sobre mi propia práctica le diré, que un Maestro Chan/Zen, sacude verbalmente a sus estudiantes para que despierten. Y muchos de ellos y diríamos que casi todos, se creen (o el ego susceptible cree, la personalidad ilusoria) que esas sacudidas son ataques directos a ellos mismos. De esa forma, se alejan del maestro que tanta falta les hace y continúan su camino anterior, errado y confuso, buscando otros maestros sin satisfacerse con ninguno. Sin haber desarrollado la gratitud se creen que retirarse les dará la oportunidad de ser "buenos" y no reciprocar el "ataque verbal" que creyeron que les había hecho por un motivo u otro no estaban suficientemente fuertes para verse a si mismos! A mi me han llegado muchos seres así, buscando lo que yo tampoco les pueda dar "a la manera de ellos". Quieren la enseñanza con mimos y cariñitos, como si al ego se le pudiera tratar así!

Nuestro ego fabrica y exagera para apoyar sus elecciones. La Parte más difícil de Chan es alcanzar la compresión que nuestro ego no es un árbitro competente de la realidad. Es por eso que envío este mensaje. Quizás alguno despierte...
Para triunfar en sus ambiciones, el ego llegará a mentir, estafar, robar, traicionar, matar, y generalmente manipular otros egos sin la más mínima piedad. Y sin el camino hacia sus logros ha descubierto cómo se valora la lealtad, la gratitud, o la generosidad, entonces él buscará la fama justamente por ser grato, generoso o leal. Pero cuando percibe que semejantes virtudes no le van aportar un beneficio inmediato, aplaza el ser un Número Uno y prescinde de tales nociones sentimentales. Los actos altruistas que se realizan porque el ego desea la estima generada, no son en modo alguno, altruistas; por otro lado, los actos altruistas que se llevan a cabo desde un amor auténtico y libre de nuestra personalidad son actos que han trascendido al ego y de ninguna manera son Samsáricos. 
Junto a aquellos que se aferran a sus vidas dictadas por el ego y llegan a la tercera edad con sus caparazones del Sámsara todavía intactos, podemos llegar a encontrarlos que son tan intencionalmente absorbidos por su personalidad a los sesenta y cinco años como lo fueron hace medio siglo, cuando eran unos quinceañeros. 
El mundo del ego simplemente no reconoce un mundo distinto y esperado del espíritu. En términos de geografía espiritual, la Montaña del Nirvana no se puede ver desde la Rueda del Sámsara. La gente en la Rueda no sabe que para llegar al Nirvana es absolutamente necesario tratar con la Ciénega. (No hay ninguna otra manera.) Toman como una certeza que el Nirvana es simplemente un estado refinado o más elevado del Sámsara. Reconocen la existencia de personas espirituales pero suponen que la espiritualidad es meramente una condición de un ego alterado, un ego que, quizás, se ha purificado a sí mismo de todos los signos observables de y, como una recompensa, ha sido glorificado y elevado. No pueden concebir la pérdida de su ego, una pérdida, según ellos, similar a perder su mente o al menos su humanidad. Para ellos, las criaturas sin ego son criaturas sin identidad: vegetales, amebas, y lunáticos- grupos en los que nadie quiere incluirse voluntariamente. 
El maestro sabe que la vida del ego es verdaderamente amarga y que una persona debe aprender por sí mismo la estupidez de llegar a creer lo contrario.
En el léxico de la salvación, la Desilusión llega antes del Despertar.
Nunca debemos pensar que la felicidad consiste en algo exterior a nosotros mismos; ni que depende de alguien, o de un lugar o de cualquier cosa. El cielo y el infierno no existen, ellos existen aquí y ahora en nuestras mentes.
Nosotros podemos vivir en un lugar u otro; y a menos, que hayamos sido decapitados, cargamos o llevados a nuestro cielo y nuestro infierno con nosotros donde quiera que vamos. El Problema está siempre en la Mente. 
El Secreto del Chan/Zen descansa en entender por qué hacemos lo que hacemos y por qué somos como somos. Comenzamos por ordenar nuestros pensamientos. 
El Zen requiere que nosotros desprendamos de la idea, placentera pero errónea, de que cuando actuamos de diferentes formas consideradas buenas, es nuestro ego quien ha actuado meticulosamente, quien lo ha merecido a través de demostrar determinadas virtudes, y que son todo el honor es debido a él; y cuando actuamos en las diferentes formas que son consideradas malas, es a otro al que debemos culpar. Tal actitud, sabemos, que es infantil, careciendo por lo tanto de madurez- pero. ¿a qué punto cesamos de ser niños?
Es necesario evaluar la diferencia entre penitencia y arrepentimiento. Nosotros somos meramente penitentes cuando tenemos remordimientos por haber dejado nuestros antojos llegar a ser dañinos para nosotros mismos o para otros entrando a un pantano. 
Mientras que una persona siga creyendo en sí misma es decir, en la suficiencia de su propio ego para dirigir hacia la existencia en paz, alegría y libertad, nunca podrá ser liberada. Mientras una persona piense que su ego consciente tiene el control total de su vida y que él solo puede manejarse con el fracaso y el éxito, nunca podrá ser libre. El ansioso Ego, y el Espíritu (de la Naturaleza de Buda) son entidades mutuamente excluyentes. Donde esta uno no puede estar el otro!
Extracto de la Enseñanza
El Ego Susceptible y el Maestro Chan/Zen
Rev. Maestra Yin Zhi Shakya, OHY

No hay comentarios.: