Antentos a esta simple reflexion!
Todo lo que empieza,
termina; lo que se une, se separa; lo que sube, baja; lo que nace, muere. No
hay nada que permanezca, todo está en un fluir constante de cambio y
transformación. Pero cuando no soy consciente de esta realidad, quiero que lo
que me gusta dure y no se acabe y que lo que me desagrada termine cuanto antes.
Hoy voy a vigilar mi mente, trataré de reconocer cada vez que aparece el deseo
de aferrarse a algo cuando es el momento de desprenderse de ello; y cada vez
que surge el rechazo hacia aquello que tengo que aceptar o a lo que debo
enfrentarme.
Trataré de mantener una
actitud abierta y desprendida de todo, disfrutando de los buenos momentos
mientras duran, afrontando las dificultades con serenidad y dejando que todo se
lo lleve la impermanencia. Mantendré un estado de ecuanimidad y paz interior
sin dejar que sea perturbado por los pequeños altos y bajos del día.
Tomaré nota de cada uno de
los aciertos y los olvidos, y al final del día haré un buen repaso, la
dedicación de méritos y la determinación de mejorarlo mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario