jueves, 18 de noviembre de 2010

Confiando en la vida



En la teoría, muchos saben que si desarrollamos una confianza total en que la vida sólo nos traerá cosas buenas, ese pensamiento positivo se terminará proyectando y materializando en una realidad. Algunas personas pueden decir que lo han comprobado por si mismas. Sin embargo, y sobre todo cuando nos sentimos decaídos o nos estamos enfrentando a una situación difícil, nos resulta muy complicado aplicar el concepto.

Aquí te proponemos una meditación que te ayudará a soltarte mentalmente a los designios de la vida aprovechando así todo lo bueno que te tiene para ti.

Y la meditación dice así:

1.Preparativos: es imprescindible un entorno adecuado. Busca un lugar tranquilo en el que puedas estar con la luz apagada. Enciende una vela, pon incienso y si lo deseas, como algo opcional, puedes poner música clásica o espiritual que te ayude a relajarte. Debes estar sentado con la espalda recta. Puedes hacerlo en una silla, o con las piernas cruzadas en un cojín en el suelo. Sea como fuere, debes estar muy cómodo. Los brazos deben estar apoyados en las piernas muy relajados.

2.Relajación: para relajarte realiza el ejercicio de Relajación que te proponemos en esta sección de meditación. Haz lo posible por estar lo más relajado posible, así que tómate tu tiempo para ello.

3.El río: cuando te sientas preparado para empezar, visualiza un hermoso río. Tú estás de pie mirándolo con tranquilidad. Observa cómo fluye el agua, siguiendo el caudal marcado.

4.Los obstáculos del pasado: una vez bien visualizado el río, dirige tu mirada hacia la parte izquierda del río. Allí, en medio, hay algunas piedras y troncos que impedían el paso del agua. Ponles una imagen de tu pasado. Recuerda aquellos obstáculos que te impedían avanzar como el caudal del río. Tómate tu tiempo.

5.El presente: tras recordar aquellos difíciles momentos, da un paso confiado y lánzate al río. Ahora estás en el presente y de tu actitud dependerá no volver a sufrir con otras piedras o troncos. Para ello observa si realmente te dejas llevar por la corriente del río o te agarras a una piedra o árbol que encuentres en él. Si tu reacción es aferrarte a algún objeto para no ser arrastrado por el río, haz un esfuerzo mental y suéltate. Suéltate tranquilamente y con la ilusión de que el río te llevará hacia la felicidad.

6.Fluyendo: Cuando te hayas soltado, o si ya desde un principio te dejaste fluir con la corriente del río, siente la libertad de movimientos dentro del agua. A pesar de que el río, la vida, te lleva por su caudal, puedes moverte libremente. Puedes ir hacia un lado, puedes ir hacia otro... Cuando aparezca algún escollo que te impida el paso, sé como el agua, déjate llevar y el río te sacará de allí lo más rápido posible con el menor sufrimiento. Adáptate, adáptate a la corriente y compréndela. Mueve libre cuando puedas y cuando te sea imposible déjate llevar.

Recuerda: EL RÍO TE LLEVA HACIA LA FELICIDAD.



Cuando tú lo desees, sal de la meditación libremente.

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